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Empresa que administró las extintas Páginas Amarillas en papel busca evitar la quiebra con pasivos por casi $ 6 mil millones

Soluciones Multimedia Chile -ex Publiguías, fundada en 1974 y que llegó a facturar más de US$ 70 millones en sus mejores años- inició un proceso de reorganización judicial. “La compañía se vio obligada a modificar de manera drástica su modelo de negocio para evitar quedar obsoleta”, destacó.

Por: J. Troncoso Ostornol | Publicado: Martes 5 de marzo de 2024 a las 13:00 hrs.
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La empresa Soluciones Multimedia Chile –fundada en 1974 como Impresora y Comercial Publiguías S.A., también conocida como Páginas Amarillas- solicitó a la justicia la apertura de un proceso de reorganización judicial y así evitar la quiebra de la tradicional compañía. Sus pasivos superan los $ 5.854 millones, y sus principales acreedores son la Tesorería General, la Municipalidad de Providencia y el banco BCI, con un 39% del total de las deudas.

En sus cinco décadas de existencia, la empresa ha tenido una serie de propietarios, entre los que figuran la ex CTC (hoy Telefónica Chile); luego, en 2004, pasó a ser controlada por TPI, filial de Telefónica España. En ese entonces, Publiguías lideraba el negocio chileno de directorios impresos, con el 98% del mercado con una facturación superior a los US$ 70 millones al año y un Ebitda de US$ 27 millones.

Los servicios de la compañía consistieron, desde sus inicios y durante muchos años, en la venta de productos publicitarios tradicionales, específicamente los hoy extintos directorios, a lo que luego sumó instrumentos de marketing digital.

En este periodo, la empresa pasó a ser parte de hibu Latinoamérica, sociedad que -en 2016- fue adquirida por el grupo colombiano Evolvere Capital, dueños de Publicar Publicidad Multimedia SAS, uno de los principales líderes en publicidad multimedia de la región, con presencia en Colombia, Ecuador, Panamá, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Argentina, Chile y Perú.

Durante algunos años, la empresa chilena nacida como Publiguías fue conocida como hibu, y actualmente se denomina Guru.

Según explicó la misma empresa a la justicia, la evolución tecnológica la llevó a realizar una serie de transformaciones para no quedar fuera de mercado. “Con la acelerada evolución tecnológica, la compañía se vio obligada a modificar de manera drástica su modelo de negocio para evitar quedar obsoleta en la forma de prestar sus servicios. En tal sentido, ha venido realizando durante los últimos años, una serie de ajustes y acciones para poder afrontar de la mejor manera la evolución digital en el mercado de la publicidad”, dijo en su presentación.

Ante este contexto, la compañía destacó que migró desde una plataforma de productos impresos a un portafolio digital de presencia, tráfico y conversión online. Además, detalló que efectuó un cambio en la estructura de sus clientes, evolucionando desde grandes cuentas corporativas a pequeñas y medianas empresas.

Todo esto, precisó, ha conllevado una serie de complejidades. “Los productos digitales tienen un margen inferior a los que anteriormente generaba el negocio asociado al producto impreso, lo que, sumado a una fuerte competencia, tiene como corolario que los resultados operacionales se vean fuertemente impactados, pero manteniendo cifras positivas que permiten proyectar el negocio con vocación de sostenibilidad futura”, aseguró la empresa, representada por el ciudadano argentino Diego Giacardi.

Estallido y el Covid

Además de la situación de mercado descrita, la compañía aseguró que, en los últimos años, se han sumado lo que denominó como “indeseados efectos” del estallido social de octubre de 2019 y la posterior crisis sanitaria derivada de la pandemia, los que -aseguró- han generado un impacto directo en los ingresos y una afectación en el flujo de caja, a consecuencia del incremento de la incobrabilidad y de la baja sostenida de las ventas, derivadas de la situación que afrontan las pequeñas y medianas empresas en el país. Añadió que estas circunstancias “no se han podido superar” por parte de la empresa.

“Con la intención de enfrentar la situación antes descrita, la compañía ha accionado importantes reducciones de costos, desde la optimización de servicios, negociaciones con proveedores, acuerdos en el pago de impuestos, eficiencias en procesos y bajas en la dotación”, explicó.

Para luego añadir: “Sin perjuicio de lo anterior, las medidas y los ingresos no han sido suficientes, lo que ha hecho imposible para la compañía subsanar la situación económica y que sea capaz de cumplir con sus compromisos financieros en los plazos y formas que se encuentran acordados; generando una situación crítica para la continuidad del negocio”.

Por todo esto, dijo que “resulta indispensable para la permanencia y continuidad” de la sociedad la reorganización de su pasivo, buscando reprogramar el calendario de pago de sus deudas, ajustado a la actual proyección de flujos de la compañía.

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